Ruiz Vivo califica de «pipirrana política» la maniobra que saca al Partido Popular de la Alcaldía
Francisco Blaya, quien deja la alcaldía de Mazarrón, considera que el cuatripartito formado por UIDM, PSOE, IU y Parema y que ha sacado al PP del Gobierno local, es «un golpe de estado» a la política municipal y recordó que la lista que él lidera fue la más votada en las elecciones del 22 de mayo.
Fotografía con historia. Un equipo de Gobierno con cuatro partidos y dejando al margen al PP LUIS GARCÍA
El puesto de Blaya lo ocupará el independiente Ginés Campillo Méndez, quien pide la excedencia como director de Cajamurcia en Puerto de Mazarrón para ejercer como primer edil.
El nuevo alcalde pidió «serenidad» y «respeto a todo el mundo» en el traspaso de poderes y señaló que ahora lo prioritario es trabajar «para salir de la crisis».
El acuerdo de los 13 concejales del cuatripartito –cuatro de UIDM, siete del PSOE, uno de IU y otro de Parema– supone que el PP, con ocho ediles, se quede fuera del Gobierno, y esto traerá consigo la reducción de concejalías y de sueldos para contener el gasto y en breve se hará efectivo el reparto de áreas de trabajo, según proponen los nuevos gobernantes. A falta de confirmación se plantea que se pase de 12 a siete concejalías.
Reacciones contrarias
En el ámbito regional, el PP y el PSOE reaccionaron de manera muy distinta al calificar lo ocurrido en Mazarrón.
Así, mientras el portavoz de la ejecutiva del PSRM-PSOE, Joaquín López, indicó ayer que la coalición múltiple era «algo que se preveía, aunque a la gente le pueda resultar atípico», su homólogo en el PP, José Antonio Ruiz Vivo, señaló que «no se ha respetado la voluntad del pueblo y lo que ha pasado puede calificarse como pipirrana política».
López dejó claro que la coalición mazarronera «la ha gestionado el propio partido a nivel local» y deseó que «salga bien esta opción de gobierno compartido y con mayoría suficiente para dirigir el municipio».
Ruiz Vivo estableció paralelismo con el tripartito catalán y en ese sentido apuntó que «esto es como el Pacto del Tinell con fecha de caducidad y una alianza de todos contra Blaya, algo que no se corresponde con el buen trabajo hecho por él durante los últimos cuatro años».
Además, asumiendo que la alianza suscrita es «un acuerdo democrático», dejó claro el portavoz popular que «no responde a la voluntad de los ciudadanos, la mayoría de los cuales estarán gobernados por políticos que ellos no han elegido» y vaticinó problemas al apreciar «graves contradicciones entre los programas de unos y otros partidos que se han unido».
Fuente: Laopiniondemurcia.es
Fuente: Laopiniondemurcia.es
