Francisco Gómez Jordana
Francisco Gómez Jordana (1852-1918)
En la
historia de Mazarrón han sido varios los militares que destacaron tanto por su carrera en la milicia como por sus puestos de relevancia política,
José Toral y Velázquez, Pedro del Real o este que nos ocupa, el general Gómez Jordana, serían algunos de los más afamados. Y a la memoria de Jordana se inauguraría la biblioteca pública de Mazarrón.
Francisco Gómez Jordana nació en Mazarrón en 1852, en la calle Marmolico (que actualmente lleva su nombre), dentro de una familia acomodada que pudo costear su carrera militar al ingresar en la Academia de Caballería en 1868.
Su siguiente paso fue el ingreso en la Academia del Estado Mayor, de donde saldría con el grado de teniente en el año 1872 y comenzando una carrera siempre en puestos administrativos de relevancia.
Guerra de Cuba
Durante la guerra de Cuba asumió la Jefatura del estado Mayor de la Comandancia de Bayamo, Manzanillo y Guiguaní. Tras el final del conflicto cubano volvió a España para ocupar una plaza de profesor de cálculo diferencial e integral en la Academia del Estado Mayor.
Tras ascender a comandante sería enviado a Marruecos donde comenzaría una labor dedicada a la topografía, disciplina en la que siempre había destacado. Sus trabajos topográficos lo llevarían a realizar exactos planos de Tetuán, Fez y Mekinez, extensiones de más de mil doscientos kilómetros cuadrados. Y su labor topográfica en la Península incluiría elaborados planos de trinchera de Jaca y las Rías Bajas de Galicia.
Casa del Rey
Entró a formar parte de la Casa Militar del Rey Alfonso XIII con la categoría de coronel y en el mes de julio de 1909 vuelve a Marruecos, ya como Jefe del estado Mayor del Ejército de Operaciones Especiales de Melilla, cargo en el que comandaría a cuarenta mil hombres.
Durante los conflictos de las guerras de Melilla destacó por su habilidad como estratega, llenando su hoja de servicios de condecoraciones y reconocimientos. En 1910 alcanzaba ya el grado de general de brigada, y en 1912 el de general de división, haciéndose cargo en 1915 del Alto Comisariado en Marruecos, máxima autoridad en la colonia africana.
Pero Gómez Jordana sólo ocuparía su puesto de Alto Comisariado durante tres años, falleciendo en Tetuán en 1918, dejando en Mazarrón un grato recuerdo para sus paisanos que en 1910, por suscripción popular, le habían regalado el fajín de general tras su ascenso.