Las casas donde vivían han sido derribadas o siguen marcadas con el código rojo o amarillo que las hace inhabitables y sus planes de vacaciones se truncaron hace dos meses cuando dos terremotos de 4,7 y 5,1 grados en la escala de Ritcher devastaron la ciudad y causaron nueve muertos, casi 300 heridos y mil millones de euros en daños.
Unos 150 menores de este barrio, algunas de cuyas calles han desaparecido tras sucesivas demoliciones, serán los beneficiarios de las cuatro escuelas de verano de la Cruz Roja, a las que también se sumarán la veintena de niños que desde hace dos meses viven con sus padres en el campamento de refugiados de La Torrecilla.
La directora técnica de Cruz Roja Juventud, Águeda Gómez Cos, ha explicado hoy que estas escuelas responderán al derecho de los niños «al juego, la diversión y la distensión», alterado, o al menos condicionado, por los acontecimientos del 11 de mayo.
Ocho voluntarios se ocuparán cada día del cuidado y coordinación de las actividades de los niños con actuaciones que pretenden «cubrir todo el espectro de lo que se supone tendrían que ser sus vacaciones de verano, porque dentro de poco más de un mes regresarán al colegio».
Gómez Cos ha reconocido que algunos de los menores pueden tener necesidades especiales asociadas al trauma que les tocó vivir cuando se produjeron los terremotos y ha dicho que, junto a los 50 monitores voluntarios, miembros del equipo de Socorros y Emergencias de la Cruz Roja y su equipo psicosocial trabajarán como personal de apoyo para atender situaciones puntuales.
Durante los meses de julio y agosto los niños y sus monitores compatibilizarán las actividades que se desarrollarán en Lorca con excursiones a playas del vecino municipio de Mazarrón o al parque zoológico Terra Natura en Murcia.
El concejal de Juventud de Lorca, Agustín Llamas, ha valorado la puesta en marcha de esta iniciativa en la vertiente de la misma dirigida a la infancia, pero también en términos de «conciliación de la vida laboral y familiar» para los padres de los menores.
Según ha indicado, muchos de los progenitores tienen que atender estos días múltiples gestiones relacionadas con la solicitud de ayudas, el realojo o las obras de reconstrucción de sus viviendas, por lo que las escuelas de verano les facilitarán el desarrollo de esas tareas mientras sus hijos están cuidados y ocupados.
El presidente de la Cruz Roja en Lorca, Juan Carlos Ruiz, ha agradecido a Novacaixagalicia la colaboración económica prestada a la ONG para desarrollar el proyecto de escuelas de verano.
El delegado de la caja de ahorros para Levante, Daniel Mamán Akrich, ha subrayado que con esta colaboración su entidad corresponde a la solidaridad de los lorquinos que también ayudaron a Galicia hace años cuando esta comunidad sufrió la catástrofe medioambiental desencadenada por el hundimiento del petrolero «Prestige».
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