«LR anticipa las líneas de su TT más colosal y de mayor tradición, el Defender, que pierde sus formas cuadradas, inspirándose en el Evoque, e incluyendo una carrocería descapotable con capota de lona, un guiño a su origen militar»
La marca británica Land Rover, ahora bajo la tutela del incipiente fabricante indio Tata, anuncia para el Salón de Frankfurt 2011 la evolución de su todoterreno por antonomasia, el legendario Defender, vehículo de inconfundible tradición campera, con 63 años a sus espaldas y cuatro generaciones, que ahora, sin perder la robustez y eficacia de antaño, se renovará en 2015 a partir del concept car DC100, diseñado y revisado para la ocasión por Gerry McGovern, el mismo que dio vida a modelos ya en la cadena de producción como el Discovery 4 o el Range Rover Sport y, sobre todo, el ideólogo del LRX, el prototipo que a la postre sería el desencadenante del admirado y vanguardista Evoque, un SUV compacto que ha revolucionado los parámetros físicos y las pretensiones comerciales de toda la gama Land Rover.
«Su origen militar, cuadradote, apenas se intuye en un diseño vanguardista en el que mandan las curvas»
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El DC100, que viene acompañado de una versión deportiva y descapotable denominada DC100 Sport, incide en los últimos planteamientos de la marca: modernidad, diseño y polivalencia. Son valores de fabricantes modernos, por ejemplo de las Premium alemanas,Audi con su división ‘Q’ o BMW con sus modelos ‘XDrive’, que Land Rover retoma, pero con la intención de no perder jamás ese toque salvaje y aventurero de siempre. Ya en el Evoque final apenas hubo cambios de reinterpretación con resepcto a su prototipo LRX. ¿Ocurrirá lo mismo ahora? El Defender, vehículo militar y que en 1948 fue el primer TT en fabricarse en serie, es para Land Rover su seña de identidad; por eso si milagrosamente ha conseguido en todo este tiempo mantener intacta esa personalidad, quiere ahora y en el futuro que el Defender sea reconocible al instante, a pesar de que sus formas cuadradas (vean las fotos si no) dejan paso a la nueva filosofía de diseño en la que las curvas son las que mandan, también en su distinguida parrilla delantera, que incluye unos faros redondos con iluminación LED’s muy común en coche de ‘auto show’.
Los responsables de la marca hablan de que el irreductible Defender seguirá armando los motores más evolucionados y su configuración más corpulenta, esto es, chasis de largueros, el sistema de tracción integral y reductora o la carrocería fabricada en aluminio. Por su parte, el DC100 Sport constituiría una clase completamente nueva, pero con un guiño al pasado: su techo de lona y parabrisas abatible, ventanillas más cortas y aerodinámicas… Ambos comparten dimensiones compactas, voladizos cortos y llantas de aleación de 22 pulgadas, y si vamos más al detalle, a los dos les une idénticas tomas de aire laterales en forma triangular, los bordes del capó incrustados en la línea de cintura y los característicos tiradores de puertas montados sobre los bordes salientes de las mismas, algo muy arraigado en los modelos actuales de Land Rover.
La forma y la función de los prototipos se integran visualmente en la disposición del interior, con una estructura de portón que fluye hacia el habitáculo antes de formar un elegante haz que atraviesa el salpicadero a lo ancho. Gracias a ello, los concept car han sido capaces de recrear la disposición de tres asientos en línea del Defender original, mejorando su versatilidad. El asiento del pasajero puede plegarse para aumentar la capacidad de carga. El asiento intermedio esconde una amplia zona de almacenamiento y en la parte delantera se encuentra una bandeja de aluminio mecanizado con tecnología de carga por inducción que alimenta los dispositivos electrónicos, permitiendo contar con áreas de almacenamiento integradas, ya que la palanca de cambios está montada sobre la consola central; otro guiño de practicidad típica de un todoterreno.
El prototipo DC100 incorpora un interior minimalista, con poca botonería a la vista, y un salpicadero tapizado en gris metálico y negro carbón, con inserciones en tonos naranja en los paneles de las puertas y en la consola central, donde sobresale una pantalla multifuncional táctil y extraíble gestionada por un interfaz que interpreta gestos y auxiliada por cuatro botones de accionamiento rápido en el volante. El tejido base de los asientos y techo es 100% reciclado. En el DC100 Sport, con una mezcla más aparente de materiales ultramodernos con otros más tradicionales, se apuesta por el cuero para revestir paneles, butacas, túnel de transmisión, volante o salpicadero, en un efecto de sombras y luces muy logrado.
La modularidad exterior de ambos conceptos se repite en un interior, donde la inclusión de la última tecnología se extiende a su parte trasera, con prestaciones de última generación en los espacios de carga completamente configurables. En el centro de cada uno se sitúa una banda de carga inductiva de aluminio que en el DC100 Sport sirve para enfriar o calentar un compartimento extraíble. Y por supuesto, ambas unidades podrán equipar todos los reputados sistemas de tecnología que avalan la apuesta de la marca por la versatilidad, hablamos del chasis configurable ‘Terrain Response’, el ‘Terrain-i’ de cartografía inteligente, el modernista sistema ‘Wade Aid’ para calcular la profundidad de un río antes de decidir si franquearlo o no, el ‘Park Assist’, la transmisión automática ZF de ocho velocidades asociada al stop/star de parada y arranque automáticos del motor, entre otras muchas soluciones técnicas y dinámicas.
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