Andrés Valera, edil de Hacienda y Patrimonio del municipio costero, es el administrador único de la sociedad limitada Salazones Valera, a la que se le reclaman 65.000 euros en concepto de unos pagarés que, supuesta mente no fueron abonados.
El concejal de Hacienda y Patrimonio de Mazarrón, Andrés Valera, aparece como imputado en las diligencias que se tramitan en un juzgado de instrucción de Murcia por un presunto caso de estafa en su actividad empresarial.
La imputación de este edil, administrador único de la sociedad limitada Salazones Valera, tiene su origen en la querella que el letrado Raúl Pardo-Geijo presentó contra él en nombre de la empresa P. I., que aseguró haber sido estafada al recibir unos pagarés por importe de 65.000 euros como pago de la mercancía suministrada y que no fueron abonados.
La querella iba dirigida también contra la igualmente imputada G. M. V. H., hermana del concejal y administradora única de la sociedad cooperativa Pescados y Salazones de Mazarrón.
Se afirmaba en ella que desde hacía años el querellante mantenía relaciones comerciales con el querellado y que en 2011 Valera, «aprovechando la relación de confianza que tenía con aquél, con ánimo de seguir obteniendo mercaderías del mismo, pero a sabiendas de que no iba a hacer frente a su importe, decidió proponerle un método de entrega y pago».
Consistía este en que «el querellado, a través de su sociedad, haría pedidos al querellante y satisfaría su importe mediante el endoso de pagarés de varias empresas que supuestamente adeudaban dinero a la sociedad del querellado, Salazones Valera, también querellada».
De acuerdo con ello, siempre según el querellante, desde marzo de 2011 hasta julio del mismo año le entregó 17 pagarés endosados de la mercantil querellada, «que, por falta de fondos, fueron devueltos».
La querella afirmaba que las investigaciones realizadas por la denunciante «permitieron descubrir que la empresa que supuestamente adeudaba a la querellada y cuyos pagarés eran objeto de endoso era administrada por su propia hermana, también querellada».
Asimismo, observaron que «una nueva sociedad limitada, Valera y Hernández, coincidía casualmente, por la marca, con Pescados y Salazones de Mazarrón -que administraba la hermana- y era la antigua denominación de Salazones Valera.
Tras la admisión de la querella, el juzgado tomó declaración como imputados a ambos hermanos, a lo que se unirían con posterioridad, en la misma condición, un tercer hermano y el padre de los tres.
En su declaración, Andrés Valera aseguró que los pagarés pertenecían también a otras sociedades y que quien se encargaba de la gestión de la empresa era su padre.
Por su parte, la hermana indicó que cuando emitió los pagarés «desconocía que no existían fondos en la cuenta bancaria para atenderlos», lo mismo que aseguró el otro hermano de Andrés Valera.
La defensa de los querellados ha descartado la existencia de estafa y ha indicado que estos tienen voluntad de pagar las deudas que se acrediten.