Esposada, pero tranquila, llegó a la sede de los juzgados de Totana Mar S., la mujer rubia que acompañó hasta Mazarrón a Jorge Agustín S.R., quien la noche del pasado 13 de noviembre mató al boliviano Manuel Vicente Aguilar y a Adrián Adame Gallego, un joven de 16 años. La acompañante del doble homicida perdió esa coraza de tranquilidad en los apenas diez metros que separaban la furgoneta de la Guardia Civil de la puerta de la sede del Juzgado de Instrucción Número 4 de Totana, y acabó ingresando en la sede judicial hecha un mar de lágrimas.
Y eso que Mar, una antigua profesora de dibujo de la barcelonesa cárcel Modelo, donde conoció a Jorge Agustín, declaraba como testigo del doble crimen y no como imputada. Sin abogado, pero esposada y en un furgón de desplazamiento penitenciario que había partido el jueves de Barcelona, donde Mar está en prisión preventiva por el presunto apuñalamiento y robo a su exnovio, en compañía de Jorge Agustín, apodado ‘Mauricio’. Los Mossos d’Escuadra la detuvieron el pasado 27 de noviembre.
Mar S., de 35 años, hizo escala en Campos del Río, donde durmió antes de cumplir con la instructora del caso en Totana, que la esperaba en el edificio de la Avenida de la Rambla. La mujer se bajó del furgón poco antes de las once de la mañana, y salió del edificio sobre las 13.15 horas, con el semblante notablemente más tranquilo que a su llegada. La presencia de varios medios de comunicación en el lugar pudo provocar la tensión de la mujer al acceder al juzgado.
Cocaína y cannabis
Según el abogado Jesús Vicente, del despacho López Graña, y que ejerce la acusación particular junto al propio Pedro López Graña, en nombre de la familia de Adrián Adame, el informe forense encargado por la instructora sobre Jorge Agustín indica que éste «no tiene ninguna enfermedad mental, por lo que es imputable», aunque destaca el consumo esa noche de cocaína y cannabis y la presencia de rasgos psicópatas en su personalidad.
La acusación particular pedirá para él penas de asesinato al considerar que sus víctimas no pudieron defenderse y fueron atacadas de forma sorpresiva.
Según el letrado López Graña, Jorge Agustín ha tratado de fugarse recientemente del centro penitenciario de Sangonera -donde ingresó tras los homicidios- haciendo un butrón, por lo que fue trasladado a la nueva cárcel de Campos del Río, donde por una noche -la del jueves- coincidió con Mar otra vez.
La intención de los letrados es que Mar S., en la vista previa al juicio con jurado, sea imputada por encubrimiento y colaboración necesaria en los asesinatos. La mujer estaba presente en la habitación en la que Jorge Agustín se armó y equipó con un chaleco antibalas, y después de los crímenes, no informó de ellos y huyó de Mazarrón.
Vía I LaVerdad.es
